jueves, 4 de marzo de 2010

un tequila y algo más

"Aquí esta la segunda parte de esta nuva historia."


"No siempre el hombre
Tiene lo que quiere
No siempre el hombre
Te sujeta y adquiere"


Termino de bañarme, estoy alistándome para mi primer encuentro con la sociedad, mi primer encuentro con el mundo real, donde no existen los caballeros como en Don Quijote, no existen las metamorfosis de Kafka, no existen los versos entrañables de Neruda, donde no existe la prosa de Márquez.

Ante semejante desconcierto, me pongo algo de ropa, un blue Jean, unas zapatillas converse que encontré debajo del ropero y un polo, un poco de perfume y mi dotación de cigarrillos, antes de salir prendo uno, y me tiro en mi cama y pienso, pienso y medito mucho, aún no se de qué solo cierro los ojos y cuando los abro veo como se dibuja el rostro de Rita entre el humo de mi cigarrillo, siento su mirada la cual penetra en mi cuerpo, vuelvo a cerrar los ojos, apago el cigarrillo y salgo de mi cuarto.

Camino hacia mi trabajo, sí mi trabajo, iba empezar a trabajar en el bar de Don Pete, como ayudante y una especie de mozo, tenía que trabajar, pues sueño estudiar Comunicaciones en la Nacional de Lima, sería un gran honor para mis papás, que en paz descansen, sí, mis padres murieron hace un año, murieron o no sé, una tarde de Febrero antes de entrar al colegio, los dos se fueron a trabajar, me dijeron que me cuide y que en la gaveta de mi cuarto había dinero, nunca más regresaron, aún los espero, me gustaría mucho volver a verlos.
El dinero que me dejaron me alcanzó para vivir un año tranquilo, alquilé un cuarto, pues deje la casa donde vivía con mis padres, era innecesario vivir en una casa tan grande para mí solo, viví ese año, rodeado de libros, cigarrillos y en soledad, esa la que siempre me acompañaba, me acostumbre a esta nueva pareja, invisible ante mis ojos, pero muy reconfortante y dolorosa a la vez.


Sigo caminando, rumbo al bar de Don Pete, sigo pensando en Rita, sigo pensando en su mirada, en su curvilíneo cuerpo, en sus golpes, en sus cigarros que le dan risa.
Una intensa niebla cubre mi rostro, a veces siento que la niebla que se da en Lima, es mi pareja, es la soledad que siento, a veces cuando hay niebla siento que la veo.

Ya eran casi las 10 PM y Pete me recordó que llegue a las 10 como mil veces, cuando decidió aceptarme en el trabajo, llego y un clima de hostilidad, el bar espeso lleno de humo de cigarrillo, y las shops de cerveza bien helada y dorada decoraban este bar.

DP: “Chiquillo, ven atiende acá a la barra, ten cuidado con los borrachos y no te hagas el huevón con las flacas”.

Parado ya en la barra, atendía, y servía varios shops de cerveza, mientras fumaba un cigarrillo, caigo en un momento de distracción y de pronto escucho una voz, una voz perfecta sensual y dulce a la vez, fueron como melodías perfectas para mis oídos, esta voz me dijo: “Niño sírveme un vaso de tequila”, volteó y entre el espesor del humo del cigarrillo la veo, era una mujer hermosa, era una mujer que me intrigaba, esa mujer es Rita.

lunes, 22 de febrero de 2010

Miradas. Parte 1


"Lamento mi desaparición a mis pocos lectores, aqui les traigo una nueva saga, espero los envuelva como la anterior. Gracias"



El aire era frío y la espesa niebla limeña, se refleja en los ojos de esta mujer, su mirada era pérdida, camina sin rumbo por los tristes callejones de una lima invernal, siempre vestía un saco largo y negro, quería reflejar oscuridad, esa oscuridad que le había rondado la vida por mucho tiempo, sus cabellos eran rubios tan dorados como el oro, ligeramente ondulados, desde que llegó nunca nadie la vio sonreír, nunca nadie la escucho hablar, nunca nadie la vio sin un cigarro entre sus dedos.

Hace un mes ha vuelto de viaje, de un largo viaje, un viaje que tal ves ella nunca quiso hacer, un viaje el cual le borró, esa sonrisa que algunas personas de estos callejones dijeron haber visto alguna vez, esa sonrisa dulce y pura de una mujer o niña en ese entonces feliz, dicen que solo sonríe, cuando esta sola en su cuarto, y prende sus extraños cigarrillos que le dan risa, o se llena su nariz de un polvo blanco, algunos la llaman cocaína.

Amor, no sé si ella tenga algún amor o algún amante, desde el mes que llego, veo que siempre espera a su amante supongo, en una esquina, acompañada de su cigarro, el humo de este la envuelve, es como si tuviera un aura, pero esta aura es triste y resentida, siempre llegan en distintos carros, y distintas personas, veo como charla un poco con estas personas y al poco tiempo entra en los carros y se va, sin ningún rumbo fijo, aventada por el aire, el cual es el único que dispone donde irá esta noche.

Siempre espero a la hora que llega, en mi ventana de mi cuarto, alumbrada por una lámpara a gas, siempre llega tarde, siempre llega con sus tacos en la mano, siempre llega despeinada, a veces llega con algunos moretones, a veces llega con lágrimas entre sus ojos, ella a veces no llega.

Su cuarto esta al frente mío, por eso siempre la observo desde la ventana, ella se nota mucho mayor que yo, yo recién acabo de terminar el colegio, recién empiezo a vivir, recién empiezo a conocer, nunca me preocupé por mis realidades, solo me refugiaba en mis libros de literatura, en mis estudios, me dedicaba a escribir poesía, a fumar en exceso, pero nunca salía, las únicas veces que salía, era para conseguir mi dotación de cigarrillos y comida semanales, pero esta mujer me intriga, esta mujer se llama Rita.

Recuerdo aquella noche, la cual ella llego más temprano de costumbre, esta moreteada, parecía haber recibido una verdadera paliza, yo la miraba desde mi cuarto, a lo lejos notaba sus ojos rojos, solo así se le ponen cuando fuma de los cigarrillos que le producen risa, pero esta vez, estaba llorando, a lo lejos veo como se desnuda ante mis ojos, su cuerpo era verdaderamente escultural, cuerpo el cual se escondía debajo de su largo saco oscuro, mientras fumaba, siento su mirada en mis ojos, yo no atino a nada, pero ella sí, ella solo cierra las cortinas.

Pensé en lo hermosa que era, era realmente bella, su cuerpo dibujaba curvas perfectas, su cabello suelto y rubio, perfectamente ondeado, aunque su mirada estuviera perdida, en mi vida había visto mujer tan hermosa, pero si es tan hermosa: ¿Por qué esa tristeza?, ¿Por qué llega golpeada?, ¿Quién puede ser capaz de golpear a tan bella mujer?

Esa noche entre dormido y aún pasmado por el encuentro escribo esto:


Tu mirada intriga
Tu cuerpo encanta
Ahora fumo mucho
Pues tu extraño dúo
Me interesa.