lunes, 22 de febrero de 2010

Miradas. Parte 1


"Lamento mi desaparición a mis pocos lectores, aqui les traigo una nueva saga, espero los envuelva como la anterior. Gracias"



El aire era frío y la espesa niebla limeña, se refleja en los ojos de esta mujer, su mirada era pérdida, camina sin rumbo por los tristes callejones de una lima invernal, siempre vestía un saco largo y negro, quería reflejar oscuridad, esa oscuridad que le había rondado la vida por mucho tiempo, sus cabellos eran rubios tan dorados como el oro, ligeramente ondulados, desde que llegó nunca nadie la vio sonreír, nunca nadie la escucho hablar, nunca nadie la vio sin un cigarro entre sus dedos.

Hace un mes ha vuelto de viaje, de un largo viaje, un viaje que tal ves ella nunca quiso hacer, un viaje el cual le borró, esa sonrisa que algunas personas de estos callejones dijeron haber visto alguna vez, esa sonrisa dulce y pura de una mujer o niña en ese entonces feliz, dicen que solo sonríe, cuando esta sola en su cuarto, y prende sus extraños cigarrillos que le dan risa, o se llena su nariz de un polvo blanco, algunos la llaman cocaína.

Amor, no sé si ella tenga algún amor o algún amante, desde el mes que llego, veo que siempre espera a su amante supongo, en una esquina, acompañada de su cigarro, el humo de este la envuelve, es como si tuviera un aura, pero esta aura es triste y resentida, siempre llegan en distintos carros, y distintas personas, veo como charla un poco con estas personas y al poco tiempo entra en los carros y se va, sin ningún rumbo fijo, aventada por el aire, el cual es el único que dispone donde irá esta noche.

Siempre espero a la hora que llega, en mi ventana de mi cuarto, alumbrada por una lámpara a gas, siempre llega tarde, siempre llega con sus tacos en la mano, siempre llega despeinada, a veces llega con algunos moretones, a veces llega con lágrimas entre sus ojos, ella a veces no llega.

Su cuarto esta al frente mío, por eso siempre la observo desde la ventana, ella se nota mucho mayor que yo, yo recién acabo de terminar el colegio, recién empiezo a vivir, recién empiezo a conocer, nunca me preocupé por mis realidades, solo me refugiaba en mis libros de literatura, en mis estudios, me dedicaba a escribir poesía, a fumar en exceso, pero nunca salía, las únicas veces que salía, era para conseguir mi dotación de cigarrillos y comida semanales, pero esta mujer me intriga, esta mujer se llama Rita.

Recuerdo aquella noche, la cual ella llego más temprano de costumbre, esta moreteada, parecía haber recibido una verdadera paliza, yo la miraba desde mi cuarto, a lo lejos notaba sus ojos rojos, solo así se le ponen cuando fuma de los cigarrillos que le producen risa, pero esta vez, estaba llorando, a lo lejos veo como se desnuda ante mis ojos, su cuerpo era verdaderamente escultural, cuerpo el cual se escondía debajo de su largo saco oscuro, mientras fumaba, siento su mirada en mis ojos, yo no atino a nada, pero ella sí, ella solo cierra las cortinas.

Pensé en lo hermosa que era, era realmente bella, su cuerpo dibujaba curvas perfectas, su cabello suelto y rubio, perfectamente ondeado, aunque su mirada estuviera perdida, en mi vida había visto mujer tan hermosa, pero si es tan hermosa: ¿Por qué esa tristeza?, ¿Por qué llega golpeada?, ¿Quién puede ser capaz de golpear a tan bella mujer?

Esa noche entre dormido y aún pasmado por el encuentro escribo esto:


Tu mirada intriga
Tu cuerpo encanta
Ahora fumo mucho
Pues tu extraño dúo
Me interesa.